Navidad: tiempo de reencontrarse

Es interesante como esperamos todo el año a que llegue diciembre para celebrar la vida, juntarse con los familiares, amigos, compañeros que tenemos tiempo de no verlos; para darse ese regalo especial o simplemente para bajar el ritmo y tratar de reencontrarnos consigo mismo.

Necesitamos que nos digan que hay que hacerlo, para hacerlo. Es como cuando de niños nos decían que había que ir a visitar a los abuelos, o saludar o agradecer. Mantenemos ese patrón de adultos, solo que disfrazado de falta de tiempo. Al menos, cuando éramos niños éramos honestos y decíamos que no queríamos, que no nos “daba la gana”.

Y es que sucede que diciembre tiene apenas 4 fines de semana y queremos hacerlo todo en ese tiempo. Por lo que nunca nos da “tiempo para todo”. Será que pensamos que la navidad es mágica o que los días son más largos.

Es cierto que el aire que se respira es diferente; tanto porque hay un cambio en las condiciones climáticas, como por el bombardeo de publicidad subliminal por parte de las tiendas, donde empiezan desde agosto-septiembre a promocionar las nuevas tendencias en decoración navideña.

Es por esto que llegamos al final del mes, agotados, hastiados de tanta reunión, de tanta comida, de tanta fiesta… Y nos damos cuenta que no nos hemos dado el tiempo para nosotros. Que se nos fueron las vacaciones cumpliendo compromisos con amigos, con los hijos, con familiares; realizando viajes agotadores en los que queremos visitar ese país que teníamos tantas ganas de conocer, pero que por las prisas, la saturación de los aeropuertos, terminamos con ganas de volver a la casa a descansar, pero sin advertir que se nos fue el tiempo y hay que volver al trabajo.

Creo que debemos reflexionar sobre este tiempo, y sobre todo, la manera en la que invertimos el tiempo. El año tiene 365 días, 52 fines de semana. Creo que sería más provechoso que repartiéramos ese tiempo de una mejor manera. Una de ellas podría ser tener ese tiempo para uno mismo, para hacer una introspección y llegar a entender bien qué queremos para nosotros, cuáles son nuestros anhelos y qué valoramos más, para así dedicarle durante el año el tiempo adecuado, y no esperar a diciembre para cumplir con todo.

Un abrazo en abril, una llamada en junio, un cafecito en agosto, es más valioso que una promesa no cumplida en diciembre.

Que estas navidades nos de la oportunidad de reflexionar y vivir un tiempo de paz y regocijo, y que no sea un tiempo de discusiones, enojos y falsas promesas.

Felices fiestas!!!


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Comentarios

Una respuesta a “Navidad: tiempo de reencontrarse”

  1. Eso es, que la costumbre de quedar en Enero no impida una caña igual de válida en Enero, Febrero, Marzo….

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