Cómo tomar decisiones estratégicas antes de diseñar

En el mundo de la construcción, hay una tendencia que se repite una y otra vez: correr a diseñar. Empezar a dibujar planos apenas se tiene una idea o un terreno. Saltar al “cómo se ve” antes de haber definido el “por qué” y el “para qué”.

Y aunque diseñar puede ser lo más emocionante -el momento en que un proyecto empieza a tomar forma-, también puede ser un error si no se ha tomado primero las decisiones estratégicas que le dan sentido, dirección y viabilidad al diseño.

Antes del plano, la estrategia

Diseñar sin estrategia es como salir a construir una casa sin saber para quién es, ni cuanto cuesta, ni en qué terreno va. Puede que el resultado sea bonito, pero muy difícilmente será funcional, rentable o realizable.

En mi experiencia liderando proyectos de construcción, he visto muchos casos donde se empieza a diseñar sin una visión clara del modelo de operación, sin conocer bien el terreno, o sin haber hecho un análisis financiero realista. Y luego vienen los retrabajos, los sobrecostos, los cambios de última hora y las frustraciones.

Por eso, siempre insisto: antes de diseñar, hay que decidir. Decidir con estrategia.

Decisiones que transforman proyectos

Estas son algunas de las decisiones clave que recomiendo tomar antes de trazar la primera línea:

1. Definir el propósito del proyecto

Parece obvio, pero no siempre lo es. ¿Qué necesidad busca resolver el proyecto? ¿Es un hotel de paso o de experiencia? ¿Es un edificio para alquilar o para vender? ¿Para qué público? ¿En qué contexto urbano o rural?

Definir el propósito permite tomar mejores decisiones de diseño, de materiales, de distribución y hasta lenguaje arquitectónico.

2. Establecer el modelo de operación

En proyectos como hoteles, clínicas restaurantes o centros logísticos, el modelo operativo es el que marca el camino. ¿Cuántas personas lo operarán? ¿Con qué procesos? ¿Cómo se moverán los usuarios? ¿Qué equipamiento requiere?

Diseñar sin entender el modelo operativo es como construir el escenario de un teatro sin conocer el guión de la obra.

3. Conocer el terreno a fondo

No basta con tener la ubicación. Hay que hacer estudios topográficos, geotécnicos, hidrológicos, ambientales. Conocer el clima, las normativas, los accesos, los servicios disponibles, las limitaciones legales.

He visto diseños enteros desecharse porque no cabían realmente en el lote, o porque no se resolvió bien las salidas de las aguas pluviales o ignoraron una restricción ambiental.

4. Evaluar la viabilidad financiera

El diseño tiene que dialogar con el presupuesto. Es mejor ajustar la visión a la realidad financiera desde el inicio, que encariñarse con un proyecto que no es viable.

No se trata solo de saber cuánto cuesta construirlo, sino cuánto cuesta operarlo, mantenerlo y si genera retorno o no.

5. Reunir al equipo correcto desde el inicio

Diseñar es un proceso colaborativo. No debería hacerlo solo el arquitecto. Incluir desde el principio al project manager, al ingeniero estructural, al operador (si lo hay), al financiero, al ingeniero de instalaciones, al experto en sostenibilidad… suma valor y evita conflictos más adelante.

Además, ese equipo puede ayudarte a ver cosas que quizás no tenías contempladas, y que hacen toda la diferencia.

6. Pensar en el ciclo de vida del proyecto

Un buen diseño no es solo bello ni eficiente al construir. También debe ser funcional y sostenible en el tiempo.

¿Es fácil de mantener? ¿Se puede adaptar en el futuro? ¿Cómo envejecen los materiales? ¿Es eficiente energéticamente?

Una decisión de diseño tomada hoy puede significar miles de dólares en ahorro o gasto dentro de cinco años.

7. Definir el modelo de contratación desde el inicio

¿Será obra por administración, contrato llave en mano, precios unitarios, o una mezcla? ¿Se contratará por etapas o todo el paquete completo? ¿Con un solo contratista general o varios especializados?

Elegir el modelo de contratación desde el principio permite diseñar con claridad sobre los riesgos, los tiempos, el tipo de control que se requiere ejercer y el perfil de contratista necesario. Muchas veces, el diseño técnico tiene implicaciones directas en el tipo de contratación posible.

En resumen: antes de diseñar, decide con estrategia

Antes de correr al plano, haz una pausa y toma decisiones que realmente potencien tu proyecto. Aquí te las dejo resumidas:

  1. Define un propósito: ¿Qué necesidad resuelve y para quién?
  2. Establece el modelo de operación: ¿Cómo funcionará?
  3. Conoce el terreno: Estudios previos = menos sorpresas.
  4. Evalúa la viabilidad financiera: Números antes que formas.
  5. Reúne al equipo clave desde el inicio: Más cabezas, mejor diseño.
  6. Piensa en todo el ciclo de vida del proyecto: Diseña para hoy y para mañana.
  7. Define el modelo de contratación de obra: Planifica cómo se construirá desde el diseño.

Diseñar con estrategia es construir con inteligencia. No se trata de frenar la creatividad, sino de encauzarla con decisiones que sostienen y dan sentido al proyecto desde el principio.


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